domingo, 7 de mayo de 2017

2/07/16

Era tan simple, pero me emputesió. La imagen de un hombre abriéndose la cabeza y sangrando arcoíris.
Tan optimista, tan simple, tan bello.
No era el momento para el optimismo, no lo es. No aquí, no ahora.
No en el infierno en el que estoy.
Sé que es temporal. Sé que quien puso la imagen lo hizo con una buena intención, algo irónico, quizás.
Y estoy bastante segura de que si me abriera la cabeza, el cerebro no me sangraría arcoíris, sino brea, los restos cocidos, negros y putrefactos de mi cerebro tras todo lo que voy a tener que pasar.
Y quizás eso fue lo más terrible, el futuro imperante de la situación.
Estábamos hablando a futuro, adecuado, por cierto. Me enferma eso. Me irrita. Me enoja.
Odio dar por sentado, por cierto, lo que sea.
No puedo pensar a futuro porque no sé si voy a estar viva para ese momento no definido, ese horizonte borroso
Y por supuesto, pasó desapercibido. Enterrado bajo una pila de comentarios ligeros. Fue tomado como comedia, una sátira de la situación, una exageración como mucho.
Me aterra pensar en lo que pasaría se alguien conociera la sinceridad de mis palabras, de los comentarios fatalistas y de las frases cómicas depresivas, las declaraciones de suicidio y asesinato, de amor y odio. Pero por suerte nadie se fija en esas sutilezas del lenguaje, de una mirada rota y un suspiro al cielo.

O peor aún. Lo notan  y no lo cien, se lo guardan o lo dicen como un comentario ligero, una sonrisa leve o un comentario poético, aplastado por una conversación de grupo.

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07-09-2018

I feel bitter I feel like a dirty old rag that only bickers I should get that whiskey to feel as shitty as I deserve