domingo, 7 de mayo de 2017

Saxofonista en el tejado

Suele ocurrir en las tardes hasta media noche, o a veces, solo en esa hora del atardecer en la que el aire se siente liviano y la temperatura baja.
Lo que ocurre es que el aire se llena de melancolía, digo literalmente se llena de melancolía, llega a ser tangible. Fue en esos días en los que comprendía que la melancolía es un polvo fino que es transportado por el sonido, se pega a los pulmones como alquitrán.
Un músico vive cerca de la casa. Estoy segura que la música para él es un pasatiempo, pero eso no lo hace menos músico. Toca saxo en esas horas, quizás ese instrumento es la fuente del polvo acústico o quizás son sus dedos al tocar; no creo que pueda llegar a decidirme en ese asunto.
Digo que es músico de pasatiempo porque es evidente que está aprendiendo el saxo, no a tocarlo, sino de él. Además, solo toca fuera del horario de oficina.
He notado que siempre toca la misma parte de la canción, una y otra vez. No creo haberlo escuchado tocar una canción completa, solo notas largas de la parte más decadente de la canción que haya escogido para el día. Su música lleva el polvo melancólico a quien pueda oírlo. No sé si sea consciente del efecto que tiene en la gente.
Me gusta sentarme a escucharlo con un cigarro en la boca, y una pequeña sonrisa cada vez que se equivoca y vuelve a empezar.
Descubrí que se escucha mejor desde la ventana del segundo piso un día mientras hacía aseo.
Nunca he logrado verlo, quizás es un ella, quizás es ninguno o ambos, quizás es un niño pequeño; en lo que a mí respecta, quizás ni siquiera es humano.
Imagino una cara distinta cada vez que le oigo tocar.
Hay veces en las que, con un poco de suerte, miro el tejado y logro ver el polvo levantarse lentamente y al son del saxo. Al momento siguiente generalmente estornudo y me siento melancólica, o nostálgico, depende del día y la de la canción, a medias.
Como solo he visto su tejado, he llegado a pensar que es realmente el tejado el que toca el saxo, o que la o él saxofonista está sentado entre las tejas del lado de la casa que no logro ver, oculta por los árboles o el brillo del sol.

Cuando termina de tocar siempre es de manera abrupta, creo que se frustra. Casi llego a escuchar el estuche cerrarse, intentando aspirar el polvo dentro del tubo del saxo, pero siempre queda, al final, algo en mi garganta.

Escrito el 10/02/16

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07-09-2018

I feel bitter I feel like a dirty old rag that only bickers I should get that whiskey to feel as shitty as I deserve